Dame un helado de Raba
(Fuente: La Jornada)
Los helados de sabores salados causan furor en países de Europa
Salsa barbecue, parmesano, huevo con tocino ahumado, entre los favoritos.
Este verano algo cambió: los helados de sabores salados causan furor. En Morelli, en el famoso centro comercial londinense de Harrods, donde se ofrece un servicio de helados a gusto del cliente, los parroquianos piden combinaciones, como parmesano y pera. En Italia los sabores tradicionales han sido desplazados por el denominado gelato naturale: helado con sabores de toda clase de vegetales y hierbas.
Sin embargo, Flinn, dueño de un restaurante advirtió: "Todo esto de los helados de sal ha estado por ahí durante unos siete años, cuando en realidad los chefs comenzaron a experimentar, y ahora ha sido llevado a la enésima potencia.
"Ahora todos hacen helados salados, y por eso somos cuidadosos de lo que servimos en nuestro restaurante. He visto lugares donde hacen cosas terribles con el helado."
Claude Bosi, de Hibiscus, en Ludlow, ofrece un helado de foie gras con aderezo caliente de brioche y vinagre balsámico. Y Massimiliano Alajmo, de Padua, sirve helado de queso gorgonzola con salsa de ciruela, lo cual suena repulsivo, pero tiene fama de delicioso. Y el chef del Volto, Vittorio Fusari, presenta un risotto de verano acompañado de helado de queso parmesano y gelatina de azafrán, que al parecer los jueces de la Guía Michelin aprobaron. Alajmo, Blumenthal y Adriá tienen tres estrellas, mientras Claude Bosi tiene dos.
En el otro lado del escalafón hay algunos novatos entusiastas que se han subido al tren y han acarreado mala fama al helado salado. Es difícil señalar a un solo fabricante cuando en el mercado se eleva el número de productos estrambóticos relacionados con la heladería, pero Udder Delight, en Delaware (Estados Unidos), se lleva las palmas con toda seguridad. El propietario de Chip Hearn ha introducido un helado de salsa barbecue, el cual en apariencia sabe "a mantequilla de nuez", así como "jengibre de wasabi", "regaliz" y el vomitivo "calabaza con champiñones".
Los helados de sabores salados causan furor en países de Europa

Salsa barbecue, parmesano, huevo con tocino ahumado, entre los favoritos.
Este verano algo cambió: los helados de sabores salados causan furor. En Morelli, en el famoso centro comercial londinense de Harrods, donde se ofrece un servicio de helados a gusto del cliente, los parroquianos piden combinaciones, como parmesano y pera. En Italia los sabores tradicionales han sido desplazados por el denominado gelato naturale: helado con sabores de toda clase de vegetales y hierbas.
Sin embargo, Flinn, dueño de un restaurante advirtió: "Todo esto de los helados de sal ha estado por ahí durante unos siete años, cuando en realidad los chefs comenzaron a experimentar, y ahora ha sido llevado a la enésima potencia.
"Ahora todos hacen helados salados, y por eso somos cuidadosos de lo que servimos en nuestro restaurante. He visto lugares donde hacen cosas terribles con el helado."
Claude Bosi, de Hibiscus, en Ludlow, ofrece un helado de foie gras con aderezo caliente de brioche y vinagre balsámico. Y Massimiliano Alajmo, de Padua, sirve helado de queso gorgonzola con salsa de ciruela, lo cual suena repulsivo, pero tiene fama de delicioso. Y el chef del Volto, Vittorio Fusari, presenta un risotto de verano acompañado de helado de queso parmesano y gelatina de azafrán, que al parecer los jueces de la Guía Michelin aprobaron. Alajmo, Blumenthal y Adriá tienen tres estrellas, mientras Claude Bosi tiene dos.
En el otro lado del escalafón hay algunos novatos entusiastas que se han subido al tren y han acarreado mala fama al helado salado. Es difícil señalar a un solo fabricante cuando en el mercado se eleva el número de productos estrambóticos relacionados con la heladería, pero Udder Delight, en Delaware (Estados Unidos), se lleva las palmas con toda seguridad. El propietario de Chip Hearn ha introducido un helado de salsa barbecue, el cual en apariencia sabe "a mantequilla de nuez", así como "jengibre de wasabi", "regaliz" y el vomitivo "calabaza con champiñones".