Historia romántica entre reos
(Fuente: Los argentinos opinan)
Amor entre las rejas
Diana es un travesti que formó pareja con un interno de la Penitenciaría mendocina. Como está por salir y no quiere dejar a su ¿hombre?, compró droga para que se la hallaran y así le extendieran la condena.
En 1997, un joven homosexual de Tunuyán asesinó a su pareja. Fue condenado a nueve años de prisión, a lo que se sumó una causa por venta de estupefaciente que aún está en proceso. Una vez en la cárcel, el muchacho decidió transformarse en Diana.
Luego el travesti conoció a Jorge Osvaldo (37), condenado a 15 años por robo agravado. Pero además era un drogadicto empedernido. La cura comenzó a avizorarse el día en que decidieron formar una pareja y pedir que los dejaran convivir en el Pabellón 2, de aislamiento, donde desde hace cinco años llevan vida de matrimonio. Entre tanto, él –asegura Diana– está sobrio desde hace tres años.
El 11 de julio, Diana cumplió su condena por homicidio. Si bien aún no sabe qué sucederá con la causa federal, estima que a lo sumo le darían un año más. Pero no quiere irse del lado de su hombre: lo ama y teme que al dejarlo vuelva a la droga. “El 99,9% se hacen drogadictos acá”, asevera.
Por eso, pese a que ella no consume, decidió comprar 11 porros para que fueran hallados en la requisa. Lo consiguió. Y con eso, está segura de que seguirá en prisión un tiempo más junto a su compañero. Así y todo Omar Pérez Botti, director del penal, anticipó que eso no la mantendrá encerrada durante los años que, beneficios de por medio, le faltan a Jorge Osvaldo, por lo cual la tendrán que sacar de la celda por medio de la libertad compulsiva.
Ante eso, Diana no se da por vencida y advierte: “Algo se nos va a ocurrir para seguir juntos aquí”.
Esto está para una novelita a las 2 de la tarde…
Amor entre las rejas

Diana es un travesti que formó pareja con un interno de la Penitenciaría mendocina. Como está por salir y no quiere dejar a su ¿hombre?, compró droga para que se la hallaran y así le extendieran la condena.
En 1997, un joven homosexual de Tunuyán asesinó a su pareja. Fue condenado a nueve años de prisión, a lo que se sumó una causa por venta de estupefaciente que aún está en proceso. Una vez en la cárcel, el muchacho decidió transformarse en Diana.
Luego el travesti conoció a Jorge Osvaldo (37), condenado a 15 años por robo agravado. Pero además era un drogadicto empedernido. La cura comenzó a avizorarse el día en que decidieron formar una pareja y pedir que los dejaran convivir en el Pabellón 2, de aislamiento, donde desde hace cinco años llevan vida de matrimonio. Entre tanto, él –asegura Diana– está sobrio desde hace tres años.
El 11 de julio, Diana cumplió su condena por homicidio. Si bien aún no sabe qué sucederá con la causa federal, estima que a lo sumo le darían un año más. Pero no quiere irse del lado de su hombre: lo ama y teme que al dejarlo vuelva a la droga. “El 99,9% se hacen drogadictos acá”, asevera.
Por eso, pese a que ella no consume, decidió comprar 11 porros para que fueran hallados en la requisa. Lo consiguió. Y con eso, está segura de que seguirá en prisión un tiempo más junto a su compañero. Así y todo Omar Pérez Botti, director del penal, anticipó que eso no la mantendrá encerrada durante los años que, beneficios de por medio, le faltan a Jorge Osvaldo, por lo cual la tendrán que sacar de la celda por medio de la libertad compulsiva.
Ante eso, Diana no se da por vencida y advierte: “Algo se nos va a ocurrir para seguir juntos aquí”.
Esto está para una novelita a las 2 de la tarde…