martes, diciembre 27, 2005

La increíble historia del chico que se prostituía por Internet

Un documento a imitar... digo... a evitar

En 2000, Justin vivía con su madre, su padrastro y su hermana pequeña en Bakersfield, California, una ciudad de 250.000 habitantes. Tenía ya tal destreza con la computadora que había registrado su pequeña empresa de desarrollo de páginas Web. Por eso se sintió fascinado cuando un amigo le enseñó su webcam. Justin consiguió la suya. "Pensé que me ayudaría a hacer nuevos amigos, tal vez a conocer a chicas de mi edad", dice.
En cuanto Justin conectó la cámara a la computadora de su dormitorio e instaló el programa, su imagen quedó automáticamente registrada en spotlife.com, un directorio en Internet en el que figuran los usuarios de webcam y sus datos de contacto. A los pocos minutos ya le había llegado un mensaje de su primer depredador.
Sus nuevos amigos eran generosos. Uno le explicó cómo crear una "lista de deseos" en amazon.com, donde Justin podía pedir lo que quisiera: accesorios de computadora, películas... Además, los hombres llenaban un vacío en la vida de Justin, cuya relación con su padre, divorciado, era difícil.
Cada vez que su madre le preguntaba de dónde salían esas tecnologías nuevas y el dinero que tenía, Justin le respondía que de su negocio de desarrollo de páginas Web. Justin creía que estaba en algo importante, una gran comunidad de adolescentes con empresas propias. Se les conocía por un nombre famoso en esta subcultura de Internet: se llamaban a sí mismos "putas de cámara".
A principios de 2003, un ex compañero de clase encontró videos pornográficos en Internet, sacados de la página de Justin, hizo copias y las repartió por la ciudad. Justin fue objeto de burlas y palizas. En febrero se produjo otro suceso traumático. Justin estaba volviendo a hablarse con su padre, pero desapareció. Poco después llamó a su hijo desde México. Justin le pidió que le dejara ir con él. El chico cuenta que le confesó los detalles de su negocio y que la nueva relación pronto se convirtió en colaboración. Justin creó una nueva página Web que llamó mexicofriends. En ella aparecía practicando sexo en directo con prostitutas. Pronto se convirtió en una página muy popular, y Justin en una de las estrellas juveniles más solicitadas de la pornografía por Internet.
Justin intentó romper con su vida varias veces. En junio empezó a comunicarse por Internet con una persona que nunca le había enviado mensajes. Justin temió que fuera un agente del FBI. Se encontraron y descubrió que el hombre era el autor de esta nota.
En las últimas semanas, Justin ha vuelto a casa de su madre. En su último día juntos, ella lo llevó al aeropuerto. Mientras lo abrazaba para despedirse, le dijo que por fin había vuelto el hijo que conocía.