viernes, octubre 14, 2005

Una herencia muy hablada

(fuente: RCN)

Una herencia telefónica

Luego de que Robert Prosser falleciera en el año 2.003, sus familiares recibieron una herencia muy particular, más de 750.000 teléfonos.
Después de la muerte del coleccionista, sus familiares se transformaron en los dueños de más de seis edificios en Turtle Lake, una población de Wisconsin, en las que levantan pilas de hasta seis metros de altura de estos aparatos.
Años antes de su deceso, la colección del señor Prosser había alcanzado más de un millón de artefactos y se transformó así en la colección privada de este tipo más grande del mundo.
Las autoridades del pueblo le pidieron a los herederos que hagan algo al respecto , ya que tienen intenciones de volver a habilitar algunos de los edificios ocupados por la herencia más hablada y comunicada del pueblo.