lunes, noviembre 28, 2005

Vamos pa´ Tailandia!

El paraíso donde los hombres van a convertirse en mujeres

El último cliente de la jornada, de 62 años, casado y padre dedos hijos, acababa de llegar de Estados Unidos y se presentó en el hospital Yanhee de Bangkok con la ropa interior de su esposa puesta para cumplir su sueño: cambiar de sexo.
Mientras que los trámites son complicados en otros países, Tailandia se ha ido imponiendo con los años como el destino predilecto de las personas que viven obsesionadas, a menudo desde la infancia, con el deseo de pertenecer al sexo opuesto.
"Contrariamente a los tailandeses, muchos de mis pacientes extranjeros están casados y son de edad media. Cuando se presentan, me dicen: 'no puedo ocultarlo más'", explica el cirujano, y precisa que un 95% de las operaciones se practican en hombres que quieren ser mujeres.
Los comentarios de los clientes del doctor Greechart están expuestos en las paredes de su despacho y la mayoría son de agradecimiento al médico por haberles cambiado la vida.
"Le quedo sinceramente agradecido. Gracias por haber hecho realidad mi deseo", se puede leer en un mensaje redactado por un japonés de 21 años que sufrió dos operaciones, una en las partes genitales y otra en el pecho.
Un norteamericano de 31 años, que se sometió a una operación para disimular su nuez de Adán y cambiar de sexo, se mostró satisfecho del resultado. "La apariencia es algo fantástico. Más profundo de lo que yo me imaginaba. Hubiera debido hacerlo hace tiempo".
Además de una buena fama por la calidad de sus servicios, Tailandia también es popular porque los precios de la cirugía estética son relativamente bajos, destaca el doctor Greechart. "En Estados Unidos esto cuesta diez veces más", dice. En Yanhee, una operación de cambio de sexo "hombre-mujer", que dura de cuatro a ocho horas, se factura a 5.000 dólares, precio que incluye dos semanas de hospital.
Para sufrir una operación de esas características, el cliente tiene que tomar antes hormonas femeninas durante dos años y ser objeto de una evaluación psiquiátrica.
Más importante aún, los pacientes tienen que haber sentido esta sensación femenina desde su infancia y haber vivido como mujeres al menos durante un año, dice otro cirujano prestigioso, Prayuth Chokrungvaranon, de 49 años, que enseña su especialidad en una universidad local. "Los pacientes tienen que vivir el día a día como una mujer. Es importante", dice.