viernes, marzo 03, 2006

La vuelta de un grande

Si gente, me decidí a volver... de poco, pero a volver... cambiará el formato, y toda la bola... todo a su debido tiempo. Podría inventar y decir que mi ausencia se debió a un quiebre económico y falta de laburo, por lo cual tuve que levantar el servicio de banda ancha... pero debo decir la verdad a mis fans... Probé el perfume de concha... si... lo mandé traer de Alemania...

Una tarde lluviosa se me ocurrió y lo encargué... Cuando llegó, no tuve mejor idea que probarlo... me acuerdo que fue un jueves... ese jueves fatal jamás lo olvidaré... Agarré el perfumito (chiquioto era) y me lo puse atrás de las orejas, y un poco en las muñecas... Para probar vió... a ver que resultaba... Me era familiar el olor, quien no habrá hecho la del cocodrilo... pero no era desagradable... lo único que me daba cosa era pensar como lo habían conseguido... pero bueh, continuemos... Decidí salir a pasear, y me fui caminando hacia la plaza Las Heras, en Palermo...

Ya por la calle la gente me miraba al pasar cerca de ellos... yo pensé que era mi figura o mi semblante sonriente... ya había olvidado el olor a concha que emanaba (uno se acostumbra, vió... es como acostarse con una mina que antes fue al gimnasio... bajo las sábanas, a la media hora te olvidás...)... Bueno, ya cuando pasé por el hospital Rivadavia vi como los gatos del hospital se acercaban demasiado, y hacían unos maullidos medio raros... tipo esos que se escuchan a las 4 de la mañana.... pero eran las 4 de la tarde!!!.. algo andaba mal...

Cuando llegué a la plaza me dispuse a disfrutar de la vida.. y me recosté contra un árbol... En eso veo llegar a un típico paseador de perros, con algunos perros sueltos chiquitos y otros atados... Cuando estaban a 5 metros maso menos, veo que un canichín negrito se acerca corriendo, y yo me alegro... (me gustan los perros). Pero este tenía algo especial... tenía una mirada dislocada... libidinosa... la lengua afuera, la saliva corría por sus comisuras. Algo andaba realmente mal. Cuando faltaban centímetros para que llegara a mi, los mastines que llevaba el paseador en la cintura se descontrolaron y salieron todos en mis dirección... es decir, vi como se descontrolaban un mastín holandés, un ovejero alemán, un terrier irlandés... y algún que otro perrote más... Para qué detallar lo que pasó... fui violado en todas las nacionalidades perrunas... Los perros olieron mi aroma y el pingo se les puso al mango... sólo recuerdo el ruido de short roto, y mis gritos desauciados de socorro, lenguas, alaridos, mordiscos... y luego la oscuridad...

Desperté en el Fernández... 4 días después... Ano contranatura a mi derecha, suero a mi izquierda... y no sentía mis glúteos... Estuve 2 meses en recuperación siquiátrica... pero hoy he decidio terminar con mis sesiones y contarle mi problema al mundo... Si he vuelto... y transformado... soy un hombre nuevo... desde hoy en más, aparte de escribir acá.... me dedico a pasear perros... dentro de mi casa, y en mi cama... total, me queda perfume para rato... hasta la próxima! Guau!!!